Luego de tres semanas de cierre por la pandemia, los centros de preescolar y primaria reabrieron este lunes en Francia, pero deberán mantener un estricto protocolo sanitario que conlleva la suspensión de una clase si se detecta un caso de covid-19.
"Estamos contentos de volver a ver a los niños", dijo a la AFP Claire Perrin, de 24 años, docente de una escuela de primaria en Estrasburgo (este), poco antes de recibir a sus alumnos. "Sabemos que es complicado para algunos quedarse en casa mucho tiempo, lo vimos el año pasado, algunos desconectan".
Después de tres semanas de cierre de todos los centros escolares para intentar frenar la nueva oleada de contagios, el gobierno decidió mantener el calendario que había establecido: reapertura el lunes para los más pequeños y regreso escalonado a las aulas el 3 de mayo para los alumnos de secundaria.
El objetivo es sobrellevar las 10 semanas que quedan para terminar el curso, intentando que esto no se agrave todavía más la situación sanitaria.
"Es esencial que los niños vuelvan a la escuela", insistió el domingo el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, recordando que en estos centros "se respetan más los gestos barrera" que en otros lugares.
Este lunes, Blanquer visitó, junto al presidente Emmanuel Macron, una escuela de las afueras de París.
"¿Están contentos de volver físicamente?" al colegio, preguntó el jefe de Estado a los alumnos. "Sí", respondió la mayoría, aunque uno de ellos reconoció que prefería estudiar en casa "con la ayuda de Google y de (su) hermana".
"Miedo a que vuelva a cerrarse"
Esta reapertura bajo un protocolo sanitario muy rígido prevé el cierre de una clase si se confirma un caso de covid-19. Esto "llevará forzosamente a un número nada desdeñable de cierres" admitió Blanquer.
Tenemos miedo a que vuelva a cerrarse enseguida". Marc Riou, padre de un niño en un centro preescolar de la capital.
Una parte del sector médico critica la reapertura de las escuelas.